Los 6 atributos más importantes de los directivos efectivos

No es una fórmula exacta lo que hace a un líder ser efectivo.  Los mejores directivos tienen diferentes destrezas que varían según el rol que cumplen, la cultura de la compañía en la que trabajan, la dinámica de las personas que lideran y el tipo de trabajo que realizan.  Aunque las características de un directivo efectivo son diferentes dependiendo de las circunstancias, encontramos seis atributos comunes entre nuestros directivos más capaces.

  1. Tienen integridad.  El comportamiento honesto y ético es crucial para un liderazgo efectivo: los líderes dan el ejemplo a su equipo.  La integridad construye confianza.  Las personas que confían en sus líderes y compañeros de trabajo están más dispuestas a hablar y tomar riesgos y son más productivas.

  2. Los líderes inspiran a las personas.  Aunque es un poco difícil de definir, los mejores líderes inspiran a las personas a hacer lo mejor.  Tienen la capacidad de leer a las personas y saber qué inspira a una persona frente a otra. Su capacidad para descubrir qué inspira a cada una de las personas que administran es clave.

  3. Saben cómo comunicar. Los líderes no solo pueden comunicarse de manera clara con su gente, sino que también saben cómo escuchar.  Una buena comunicación requiere una conversación bidireccional.

  4. Son accesibles.  Ser accesible implica la capacidad de atenuar las reacciones a los problemas estresantes que surgen todos los días y desarrollar relaciones con las personas que uno dirige.

  5. Toman decisiones firmes  Tomar decisiones firmes requiere confianza.  Los líderes seguros entienden que no estarán en lo correcto el 100 % del tiempo, aunque eso no obstaculiza su capacidad para tomar decisiones.  La indecisión mata la productividad.        

  6. Saben cómo delegar.  No es suficiente para despertar la confianza de las personas que dirigen, los líderes efectivos también saben cómo confiar en las personas.  Los grandes líderes también facilitan la capacidad de sus pueblos para ser efectivos. Nuestros líderes más eficaces saben que si no están delegando, en realidad no son líderes. 

 

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